domingo, 27 de febrero de 2011

Historia del logo de Comisiones Obreras.

Cuando en 1957 se fundan las primeras Comisiones Obreras el dotarse de un logo seguro que no pasaba por la imaginación de sus fundadores. Poco a poco la gente va creando una serie de documentos que intentan que CCOO sea identificada con una imagen. Las 4 letras serán el primer identificativo del sindicato.
 





 







Hasta 1977 el logo que identifica a nuestro sindicato es una C rodeada de 15 brazos que empuñan distintas herramientas de los trabajadores (martillo, paleta, fonendoscopio, micrófono, pincel, hoz, etcétera). En Madrid no realizamos ningún añadido o modificación como sí hicieron otros territorios. Le pediré a mi hermano que busque su carné de afiliaciónde esos años.

Entre 1978 y 1981 se adopta un nuevo logo más simple y simbólico. Tres puños hechos con simples líneas, símbolo de la lucha obrera. No aparecen las siglas de Comisiones Obreras, pero convivió con el anterior.

De 1981 a 1991 la identidad gráfica del sindicato pasa a ser confusa. Cuatro elementos, a la vez dispares y redundantes, construyen una imagen poco afortunada. Aparece el mapa de Madrid de color verde, construido con una línea verde continua, la bandera de Madrid (roja y con 7 estrellas blancas), el CC. OO. (sí, con puntos) y las siglas U.S.M.R. (Unión Sindical de Madrid Región). Muchos elementos que no simplifican la lectura de la idea del sindicato.

En 1991 se adopta el logo que más tiempo ha permanecido. Es una pastilla roja, ligeramente inclinada hacia la derecha (hubo cierto cachondeo con eso de que estuviese girado a la derecha) y las letras en blanco; las siglas iban acompañadas de la bandera de Madrid. Debajo de esa composición aparecía rotulado Unión Sindical de Madrid Región.

En el 2007 adoptamos la imagen que tenemos en la actualidad y que consiste en la pastilla de CCOO (identificativa de todas las Comisiones Obreras) que continua con la bandera de Madrid y debajo la leyenda Comisiones Obreras de Madrid.









jueves, 24 de febrero de 2011

Las cosas claras: Egipto, el Twitter y el Facebook

Hablaba hace poco en un bar con unos compañeros sobre las revueltas que estaban ocuriendo en Egipto. Defendía yo que tales algaradas no eran obra del Facebook, He encontrado esta entrada en el blog de Vicenc Navarro

"Así, la imagen general promovida por aquellos medios es que tal evento se debe a la movilización de los jóvenes, predominantemente estudiantes y profesionales de las clases medias, que han utilizado muy exitosamente las nuevas técnicas de comunicación (Facebook y Twitter, entre otros) para organizarse y liderar tal proceso, iniciado, por cierto, por la indignación popular en contra de la muerte en prisión, consecuencia de las torturas sufridas, de uno de estos jóvenes. Esta explicación es enormemente incompleta. En realidad, la supuesta revolución no se inició hace tres semanas y no fue iniciada por estudiantes y jóvenes profesionales".

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Activismo digital (II)

En el capitulo anterior hablábamos de dos conceptos fundamentales:

Uno es que la ciberacción no lo es todo. Por si sola no llega más allá de las pantallas de nuestros ordenadores, no llega a la calle, no llega a hacer una verdadera presión. Lo segundo que apuntábamos es que hacer llegar a los “internautas” (horroroso vocablo) nuestras denuncias, reivindicaciones y movilizaciones no añade nada de nada, no aprovechamos el medio. Tenemos que hacer que, a quien llegue nuestro cibermensaje (a través de un blog, una página web, un correo electrónico, un foro…), tenga la suficiente formación, se sienta suficientemente involucrado en nuestro proyecto para que lo lleve más allá de las pantallas.

Lo de movilizar en Internet se trata de hacer cosas. Eso lo aprendí un día en el que estaba  entrando en el agradable trance del sueño postsobremesa cuando en la Cuatro, Florentino Fernández, decía “ya tenemos una millardaymedia de seguidores en el feisbu y vamos a hacer la gamba más grande del mundo”. Se despertó algo dentro de mi. Vi y oí como pedía a la gente que veía el programa que se metiesen en Facebook  y que un día concreto, a una hora concreta, se pusieran todos a hacer “la gamba”.

Pues eso. En Internet se trata de hacer cosas. Desde reenviar un correo hasta organizar una asamblea en tu propio centro; fotocopiar una octavilla para que la gente sepa que hay una manifestación u organizar unas cañas después de una concentración ante la Consejería; escribir una entrada en su blog personal o hacer una asamblea con las familias de su centro. Se pueden hacer un millón de cosas.

Los cibernautas estamos acostumbrados a interactuar y a que esa actuación tenga consecuencias. Nos gusta que pase algo (que me aparezcan las entradas del cine en la pantalla, la reserva del hotel, el aviso de que el pedido de la taladradora me llegará en próximo 27 de febrero… y a que descuenten en la tarjeta). Los que nos ponemos frente a la pantalla no nos gusta que nos traten como simples receptores, nos gusta que nos seduzcan para hacer algo. No queremos ser simples mirones, queremos participar de esa nueva cultura que es elegir lo que recibes e intervenir, actuar y tener algo de protagonismo. Eso hará que la acción que se me propone sea en parte mía y me sienta involucrado. No es fácil, pero ahí está el reto.

Creo que con esta nueva cultura digital lo que de verdad está cambiando es que cualquier acción que en la historia se asociaba a un líder, a una personalidad subyugante, ahora se encuentra más diluida, está entre los ciudadanos, entre los trabajadores, entre la gente en general.
Hay que dar el protagonismo a los trabajadores anónimos, a sus historias, a sus denuncias, a sus circunstancias…. hay que hacer aflorar todo lo que les está pasando a nuestros trabajadores.., y lo tienen que hacer ellos.

Continuará….

Nuestros logos

A veces he visto con asombro como se utilizaban nuestros logos de forma inapropiada. CCOO es una organización compleja en la que nuestra doble filiación (rama y territorio) pueden causar a algunos cierta desorientación. Se usaba el logo de CCOO Madrid (el de la USMR) para firmar escritos que tenían que ver  con la enseñanza o el logo de CCOO de enseñanza en Madrid apareciendo en escritos más propios de una comarca.
Por si os sirve de algo aquí dejo una tabla resumen de los logos que podemos ver normalmente en nuestra actividad sindical. No haré (por ahora) una descripción de los logos de otros territorios o ramas y me circuscribiré a los de Madrid y enseñanza.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Activismo digital (I)

“La vamos a liar parda” decía un joven sentado al ordenador. Estaba hablando de la huelga general convocada el 29 de septiembre contra la reforma laboral.  Había creado un grupo en Facebook de apoyo a la huelga. No participó en los piquetes, no se manifestó por la tarde y estuvo trabajando en su casa (adelantando trabajo para el día siguiente, según sus declaraciones). Aún así mantenía que la había liado parda….

Está bien el activismo en la red, el ciberactivismo, las movilizaciones digitales… o como queramos llamarlo. Pero no es eso. Lo que se pide a los trabajadores en las movilizaciones es su participación activa, de su cuerpo, de su voz, de sus pancartas, de sus protestas y su lucha. El que los trabajadores se organicen para luchar por sus derechos es lo que les da la fuerza. Uno solo no consigue nada… por mucho que esta sociedad, cada día más individualista, crea que el esfuerzo personal, la abnegación del individuo y la reclamación personal logra mejoras  estas no son reales y, de conseguirse, van en detrimento de las condiciones de otros trabajadores.

Lo que antes se llamaba la “lucha obrera” realizada mediante manifestaciones, huelgas, encierros, protestas y algaradas no ha perdido su sentido. Deben mantenerse estas formas de protesta. Pero también es cierto que la cultura digital nos aporta otro medio de comunicación y, más importarse, de comunicarse.

El cambio de la cultura digital no está en reproducir lo que antes hacíamos mediante las hojas informativas, los panfletos y las octavillas haciéndolo ahora con el correo electrónico o con el Facebook, o en los foros….no. El verdadero cambio de cultura es que ahora “el receptor” debe hacer algo. Leer un correo electrónico para informarse está bien. Pero eso no es cultura digital, no es activismo. Hay que hacer algo. El receptor, si queremos que sea un ciberactivista, debe hacer algo más. Sentarse en el ordenador y no actuar (compramos entradas de cine, herramientas de bricolaje, libros, ropa… buscamos presupuestos, comparamos, elegimos….) es quedarse en la superficie de la herramienta. Hay que llevar a que el trabajador haga algo, milite en su lucha por un mundo mejor. Pero ese “hacer algo” no debe limitarse a “reenviar” un correo o a hacer un comentario en un blog… se puede (y se debe) hablar con la gente, organizarse en pequeños grupos para informarse y dialogar, organizar pequeñas (o grandes) movilizaciones, reclamar en grupo… hay que señalar objetivos que la gente pueda cumplir (sin un gran coste) y que activen a su entorno. El activismo digital debe llegar al que no tiene ni ordenador ni móvil. No se trata de sumar. Se trata de multiplicar.

Continuará…

El logotipo de las Comisiones Obreras


Según la Real Academia de la Lengua Española un logotipo es:

(Del gr. λόγος, palabra, y tipo).
1. m. Distintivo formado por letras, abreviaturas, etc., peculiar de una empresa, conmemoración, marca o producto.
2. m. Impr. Grupo de letras, abreviaturas, cifras, etc., fundidas en un solo bloque para facilitar la composición tipográfica.

Y en la Wikipeda:
Un logotipo (coloquialmente conocido en forma de acortamiento, logo) es un elemento gráfico que identifica a una persona, empresa, institución o producto. Los logotipos suelen incluir símbolos —normalmente lingüísticos— claramente asociados a quienes representan.
Logotipo: es la representación tipográfica del nombre de la marca; una marca en la cual la palabra funciona como imagen.

Coincidiendo con el 50 aniversario de la creación de las Comisiones Obreras, el sindicato acordó un cambio de la identidad gráfica que lo representa. Se optó por un logo que es fuerte y rotundo que mantiene nuestras señas de identidad. La solidez y estabilidad, que aportan sus líneas rectas, destacan como elemento prioritario. Es un diseño más funcional y acorde con tendencias actuales, estando adaptado a las comunicaciones digitales. El color rojo enlaza con la tradición estética de las organizaciones de izquierda y el blanco de sus letras nos aporta la idea de limpieza y trasparencia.

Desde mi punto de vista es un acierto el logo que se adoptó en 2007 y que enraíza con la Banhaus (corriente artística de comienzos del siglo XX) donde la simplicidad de líneas y su fácil “lectura” hace que la nueva identidad gráfica de CCOO se incruste en las retinas y sea reconocido y reconocible por los trabajadores.